Sin existir.



Sólo es vivir día a día, lo que hago.
Al fin y al cabo los sueños, sueños son.

No sé qué espero. Es como si no hubiese nada
que esperar.
(Nadie que te espere).

El futuro, sin existir, existe incertidumbre.

Me conformo con el crepitar de la lumbre.
Con que las brasas que me quedan prendidas
no se apaguen.

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