Un escritor hedonista.

Unas quieren dentistas,
Por lo menos un mileurista,
Yo sólo quiero un artista,
Un escritor hedonista.
Otros quieren princesas,
Una feliz burguesa,
Que se haga las cejas,
Y no como hamburguesas.
Otras quieren un fanfarrón,
Un buen revolcón,
El sabor del rock & roll.
Yo sólo quiero hip – hop.
Primero un dulce beso
Tu mano por mi cuello,
Después un mordisquito,
mmm,
Sabes que lo anhelo.

12. 01. 2009

Qué Pena.

Qué pena que no vaya a ser así.
Que no vayas a venir a por mí
Que no me quieras llevar lejos de aquí.
Que no quieras conmigo huir.
Qué pena que no vaya a salir bien.
Que no vaya a ser yo quien
Que ya estés dentro de mi sien.
Que me pongas a cien.
Qué pena que no seas como yo.
Que no creas en el amor.
Que no me cojas de la mano.
Que sólo me quieras de vez en cuando.
Qué pena que me abandones por la mañana.
Que no te quedes en la cama
Que lo caigas bien a mi mama
Que ya tengas a otra dama.

11. o1. 2009.

La misma canción.

Quiero que llegue alguien
que me sacuda
de encima este sentimiento
de frío y soledad
que me atrapa cuando tú no estás.

Y es que parece mentira
que me encuentre
a gusto durmiendo entre tus brazos.
Pero es así,
yo no puedo hacer nada.

Me clavas tu mirada,
me sueltas improperios, te enfadas.
Te pones celoso.
No me voy a liar con tu colega,
no soy como las demás.

Me gusta que me toques
como si quisieras
que te perteneciera.
Pero no te pertenezco.
Y tu a mí
menos.

Decidiste
que tu vida sólo fuese tuya,
y la verdad es que a veces me cuesta creer
que quieras
dejarme entrar en ella.

Vas de duro
pero sé
que en realidad todo eso
es como un muro para ocultar
la verdad.

No sé cuál es.
No sé si la hay.
No sé
si me quieres más
que a cualquiera por ahí.

Y yo siempre
estoy aquí, para tí.
Pero me voy a cansar
y me voy,
me voy a ir.

Harta de estar
en la cola de espera de tu vida.
Una y otra vez
la misma canción
de despedida.

20.1.2010.

Todo en mi vida ha cambiado,
tú ya no estás,
y eso parece ser todo.





Sum.

Ojalá yo fuese otra.
Ojalá no hubiese sido.
Tengo la garganta rota
de gritar entre suspiros.

Pero no soy más que yo.
Y las cosas que he sentido.

Quizá a veces ausente.


Supongo que todo empezó con el cassete de la cocina
y las cintas de Disco de mi madre. Algunas se las traía mi tía de Alemania,
otras se las grababa ella de la radio o de otras cintas de varios.
También le gustaba el funky y el bacalao.
Estaban además las de papá y sus vinilos. Blues, Soul, Jazz, grandes divas
Etta James, Janis Joplin, Nina Simone o Aretha Franklin,
Música clásica, años 60, boleros, tango, bossanova,
Sinatra, el swing, nueva Orleans y ne me quite pas.
Los clavelitos de la tuna de mi abuelo.
La Sala Sur y los pubs la mayoría ya desaparecidos de mi pueblo.
Glutamato ye-yé y Derribos Arias del tato Jose.
Limp Bizkit, POD, Linkin Park.
Nach scratch, Rapsusklei, Red Hot Chili Peppers.
Extremoduro, siempre. Lija y terciopelo.
Los CDs también de varios desde Madrid.
Y las noches de humo con Souchi, Morodo y mi prima Isabel.
Y una cinta de Arianna Puello y Blink 182 olvidada en una habitación.
Smoke on the water y mi madre y yo saltando en el salón.
Oasis, Coldplay, Muse, Moby, Placebo,
Blur, los Chemical, incluso Beck.
Tote king. Grease. Y al piano Yan Tiersen, Amelie.
Las Ronnettes, Dirty Dancing.
Mi profesor de inglés y sus canciones para traducir.
Marisol con mi abuela en cine de barrio. Y los Back y las Spice, claro.
The offspring, Bob Dylan, Jonh Lennon,
primero Imagine en mi instituto el día de la paz,
después giveme some truth. Roy Orbison, pretty woman.
Y cuando nada vale nada ya, malas noticias.
Y Nirvana y Kurt Cobain y Pearl Jam y Alice in Chains.
Los Bravos, Black is black, el baúl de Karina. Un recopilatorio de rap old school.
Un rayo de sol y Kenny Arkana.
Blondie, Yeah yeah yeahs ,Credence, Razorlight, Kings of Leon.
Los Rolling stones , Sigur ros, los Clash, los Ramones o Camarón.
Gorillaz y la Rolling stone. Un póster de Wild Style, Martha Cooper, en la Hipflow.
Y la hiphop Nation y la Life. La You y la Loca magazine.
Y ahora La Fanzine.
Los vídeos de los 40 classics y algunos de la mtv,
VH1y los conciertos de Radio 3.
Y las tardes en el parque y las noches en mi cuarto.
Y el balcón abierto en verano y los altavoces sonando.
Y las litronas en el Half un día de semana, así sin más, para escapar.
Y yo caminando, bailando sin pensar, con los cascos incrustados en mi mente.
Y los chicos y su hule en el templete. Y la plaza y los rollers y los skaters.
Y tantas conversaciones y tanta gente y yo vivo con mi música,
quizá a veces ausente.
Enero 2010.

Desnuda ya.

Rebusco en mis entrañas,
las pongo del revés.

Trato de encontrar algo.
No sé muy bien qué es.

Algo constante
en mi mutante consciencia.
Algo así como mi esencia.

Con paciencia, soledad y silencio.
Me adentro en las arterias de lo inmenso.

Y, joder,
es que es como una calle a oscuras.

No consigo ver,
me nubla la niebla de mis dudas.

Y lo que me han hecho creer.

Desnuda ya.

Sólo me queda la piel,
la pegadiza miel del ayer.

y un corazón de tiza
en una vieja pared.



¡eo, eo!

No entiendo el juego.
Las reglas no están puestas.

Me pasas a ver luego.
Y después, ¿con quién te acuestas?

Me pregunto cómo me veo.
Por qué por mí no apuestan.

Hace mucho que no leo.
Mi vida es una cuesta.

A veces tartamudeo.
Y cuando toca, fumo chusta.

Observo mucho jaleo.
Pero del malo, del que no me gusta.

Salgo y todo es pachangueo.
Tanto despiporre me asusta.

Y sin pensarlo hago ¡eo, eo!...
Me vuelvo a casa sin respuesta.

Todos pedo.
Que siga la fiesta.

Todos pedo.
Nadie conversa.

¡eo, eo!
Todos pedo.

¡eo, eo!
Que siga la fiesta.

¡eo, eo!
A casa sin respuesta.