Borracha, 2.

Alguien dej'o sus cosas
a mi lado, y me sent'i
menos sola.

Aquel d'ia, nadie
quiso cogerme de la mano,
y con mi habitual torpeza
volv'i a caer.

Pero hasta el suelo
hab'ia desaparecido,
como si nunca hubiera
estado all'i.

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